Todo comenzó con una caja por la basura

Todo comenzó cuando un ciudadano preocupado se topó con un cuerpo sin vida escondido entre la basura de un contenedor de basura. Pero éste no fue un descubrimiento cualquiera; era el cuerpo de un animal inocente, desechado como basura común. Preocupado por este grotesco hallazgo, el compasivo individuo llevó de inmediato los restos del animal a la necropsia para su debido examen.

Denuncian en menos de 24 horas con reporte necropsia 

Alarmado por los sombríos hallazgos, el individuo se comunicó de inmediato con un abogado para buscar orientación legal. Se entregó una denuncia completa de 10 páginas, junto con el informe de necropsia, una declaración en video y un lápiz de memoria con fotografías. Todo esto en menos de 24 horas y se presentó un informe policial, poniendo en marcha una cadena de acontecimientos que cambiarían la vida de un joven para siempre.

El acusado, un extranjero que vivía solo con sus tres leales compañeros caninos, se encontró en el centro de una terrible experiencia. El perro negro encontrado era, según los ojos de todos los vecinos, el perro de este hombre. Él también sería capaz de cometer semejante crimen sin lugar a dudas, todo el mundo confirma que es muy agresivo. Nadie ha hablado nunca con él personalmente.

Ser inocente en una acusación por maltrato animal no es un papel fácil. Tema muy delicado. 

De diez páginas el denunciante escribió nueve páginas, preparando la escena para que al final el lector de alguna manera acepte la acusación.

Al iniciarse la investigación, funcionarios del Departamento de Protección Animal realizaron una visita a su residencia para evaluar las condiciones de vida de sus perros.

Para sorpresa de todos, la inspección no reveló problemas con el cuidado de los perros ni con las condiciones de vida del joven. A pesar de esto, sus tres queridos perros fueron incautados y puestos bajo custodia, una acción que lo dejó devastado y desconcertado.